En este año que termina,
la vida nos puso cara a cara
con la impermanencia;
y con su efecto en nosotros,
la incertidumbre.
Esta energía,
que tuvimos que aceptar,
debería ser a partir de ahora,
nuestro suelo, nuestro hogar, nuestro tesoro.
Solo así vamos a poder disfrutar este nuevo tiempo.
Solo así la pura creatividad y la verdadera libertad.